The Void es de momento un proyecto, pero sus creadores aseguran que el primer parque temático de realidad virtual podría ver la luz en junio de 2016. Ken Bretschneider, empresario, y Curtis Hickman, quien colaboró con magos como David Copperfield, están desarrollando una idea de negocio en torno a la realidad virtual cuyo proyecto está bastante avanzado, según explicaron en la última edición de Gamelab 2015.
El proyecto consiste en crear entornos físicos -una especie de cúpula geodésica con ocho salas en su interior- en los que entre seis y ocho usuarios ataviados con cascos, chalecos y guantes vivirán experiencias interactivas. El sistema está ideado para que los participantes no puedan chocarse entre ellos y que durante los 20 o 30 minutos que está previsto que dure la 'aventura', los participantes sientan la lluvia, el viento, el vacío de un precipicio, la electricidad estática o las vibraciones y sonidos.
Se busca que los efectos sean "reales": viajar a bordo de una nave o de un ascensor se vivirá como si fuese real gracias a los dispositivos, efectos y otros mecanismos externos. Además, desde la compañía aseguran que "la gente lo percibe de una manera natural" y no se marea tras haber probado el entorno con más de mil personas de todas las edades.
El principal problema al que se enfrentan es, según explica Bretschneider, el del espacio. Se vieron en la necesidad de reducir el espacio y han ideado un entorno circular de 18 por 18 metros en el que los usuarios caminan en círculos. "Ellos piensan que el pasillo es infinito y recto, pero es curvo. Tocas la pared y crees que vas en línea recta", ha especificado Bretschneider.
Tecnología desarrollada para 'The Void'
El primer lugar en el que pondrán a prueba el centro de Realidad Virtual será Evermore Adventure Park, un parque de atracciones de temática inspirada en el teatro ubicado en Salt Lake City (EE. UU.)
Bretschneider, ha explicado los retos y las diversas tecnologías que han desarrollado. En primer lugar, su propio casco de realidad virtual que han llamado Rapture y que cuenta con pantallas curvadas con resolución de 1080p y, según han descrito, tiene unos puntos cuánticos que ayudan a percibir mejor los colores y mejoran la resolución percibida por el usuario. Asimismo, el casco lleva integrado una lente que cubre la mayor parte del campo visual, un micrófono para poderse comunicar con otros usuarios o avatares y unos auriculares con calidad de sonido THX.
Las salas tendrán sensores de seguimiento de movimiento para asegurar la experiencia de los usuarios y que no choquen unos con otros. Los sensores estarán conectados con la indumentaria de realidad virtual: chalecos y guantes wireless (sin cables). Otra de las tecnologías creadas es un sistema de posicionamiento global que usa frecuencias de radio en bandas ultra altas con niveles de exactitud de milímetros que ubica los objetos en el entorno.
Otro de los elementos necesarios para que la experiencia sea completa es contar con escenarios virtuales. Los empresarios han indicado que desarrollarán entornos VR de forma interna, pero el objetivo es que sea una plataforma abierta. En este sentido, trabajarán con grandes estudios de videojuegos, pero también quieren dar la oportunidad a desarrolladores independientes.
Para el futuro, todavía están en fase de crear más alianzas empresariales, aunque Bretschneider y Hickman esperan abrir entre 250 y 300 establecimientos en los próximos cinco años, uno de ellos podría ser en Barcelona.
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