Seguimos con la serie de posts dedicados a cuestiones técnicas entorno al Digital Signage. Hoy nos fijaremos en la ubicación de las pantallas en interior, ya que tienen sus peculiaridades y especificaciones distintas a las que se ubican al aire libre. Y más en concreto, en las que son de gran formato.
En interior, lo primero que encontramos es una gran variedad de tamaños. Desde pantallas de grandes dimensiones hasta tamaños muy reducidos. Para grandes dimensiones podremos elegir: si preferimos pantallas LED o buscamos la alta definición de un video-wall.
De entrada, lo que debemos tener claro es el siguiente binomio: videowall = definición; y LED = luminosidad. Y en el caso de la pantalla LED, deberemos combinar además tres factores: distancia a la que se va a ver, pixel pitch, y la ya citada luminosidad (además del soporte informático que manejará las miles de lámparas que tiene una pantalla).
Los avances tecnológicos han acortado la distancia entre pixels, y eso hace que aumente ostensiblemente la definición de la pantalla LED, pero también aumenta el consumo eléctrico, al albergar mayor número de lámparas, y la capacidad de gestión del programa y del hardware que lo maneje. Son varios los elementos que habrá que combinar para obtener el resultado deseado. De ahí que, tratándose de Digital Signage, no hay recetas únicas válidas para todos, sino que habrá que estudiar cada caso y cada proyecto.
Os proponemos varios ejemplos similares, pero con diferente soporte, para que veáis el efecto distinto de unos y otros.
Pantalla LED en el Centro Comercial Espacio Mediterráneo |
Pantalla LED de gran formato en la Bolsa Mexicana |
Y el ejemplo de un videowall que preside un hall de recepción.
Hall de recepción en el 111 Town Square Place, New Jersey |
O que visibiliza los resultados de empresa y las redes sociales actualizadas como cartelería digital para informar a los empleados.
Cartelería digital: videowall para empleados en Blinds |
En este sentido, las pantallas de LED en interior persiguen las ubicaciones más altas, por la distancia que habrá hasta el ojo humano. Y hasta podríamos decir que estas pantallas siguen, en cierto modo, el mismo patrón que sus homólogas de exterior. En cambio, las pantallas de plasma o LCD en formato videowall, si están en alto, estarán mucho más cerca de quien las mira, o a la altura del ojo humano, o incluso al alcance de la mano, si ofrecemos y deseamos interactividad.
Otro factor determinante para la instalación de un videowall es la capacidad de transformarse en un soporte multipantalla. Eso lo convierte en un partner ideal para ofrecer diferentes contenidos de modo simultáneo (cosa también posible en una pantalla LED, con un software adecuado). Varios ejemplos nos darán idea de lo que estamos hablando:
Videowall multipantalla en alto, en el Mercat de La Boqueria |
Videowall táctil en University of California, San Francisco (UCSF) Medical Center |
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