Queremos dedicar una serie de posts a una cuestión con la que tenemos que lidiar habitualmente quienes nos dedicamos al Digital Signage. Nos referimos a la selección de la mejor ubicación para instalar una pantalla.
Es un tema muy trabajado, ya que uno de los principales objetivos de la cartelería digital es impactar con la máxima intensidad posible, sobre el máximo número de espectadores, durante el máximo tiempo posible. Y ello depende, en buena parte, de acertar con la ubicación adecuada para el medio con el que queremos ganarnos la atención de los potenciales clientes, habida cuenta de la masificada oferta de emisores y mensajes a la que aquéllos se ven sometidos cotidianamente.
Empezamos por los soportes más grandes. Está claro que cuando se trata de pantallas de gran formato, la ansiada relevancia del soporte quiera ocupar lugares elevados que puedan ser visibles desde el mayor número posible de ángulos y por el mayor número posible de transeúntes. Esa es la razón por la que la cartelería digital out of home en lugares de gran afluencia se sitúe en fachadas exteriores, y que los anunciantes se disputen las ubicaciones centrales; y hasta nos atreverímos a decir que siguiendo la dinámica de la organización de la superficie en punto de venta. Mucho tenemos que aprender de la organización de las pantallas LED de gran formato en lugares como Times Square o Picadilly Circus.
Sin ser exactamente lo mismo, podríamos relacionar estas pantallas de gran formato con las proyecciones de video-mapping, o con otras aplicaciones espectaculares de Digital Signage.
En la misma línea, aunque en otra dirección, están las instalaciones de enormes pantallas LED cubriendo edificios enteros. Podemos citar aquí el caso de la Torre Al Hikma, que se encuentran en Dubai; o el de la pantalla LED más grande del mundo, en Nanchang, China, con 35.300 metros cuadrados de superficie.
Un tema que debemos tener muy presente es el pixel pitch de la pantalla, directamente proporcional al grado de nitidez que deseemos para el contenido que vamos a emitir. Obviamente, cuanto más cercano esté el espectador, menor distancia deberá haber entre cada una de las LED del mismo color. Mientras que podemos aumentar esa distancia si el contenido no exige una mayor definición. Este es el caso de las instalaciones que buscan más la notoriedad desde largo alcance que la definición de un contenido dinámico.
Más adelante iremos desgranando nuevas cuestiones entorno a las ubicaciones de pantallas. Os esperamos.
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