Cuando se habla de 4K, muchos fabricantes utilizan el acrónimo UHD (Ultra High Definition) como sinónimo de 4K pero, a pesar de que UHD es un salto cualitativo importante, existen diferencias entre ellos en cuanto a resolución y calidad del televisor y de contenidos. Con ayuda de la página web Xataka, las repasamos:
La resolución real de 4K es DCI 4K. El formato 4K está definido con el estándar comercial del organismo Digital Cinema Initiative que se conoce como DCI 4K. En este formato hay parámetros importantes como la resolución, que es de 4.096 × 2.160 píxeles y que da como resultado una relación de aspecto de 1.9:1.
Por su parte, una imagen UHD tiene una resolución de 3.840 × 2.160 y una relación de aspecto de 1.78:1, lo que significa que un panel que fuera realmente 4K tendría 256 píxeles más de anchura.
La diferencia es significativa ya que casi todo el contenido que se presenta en televisión lo hace con la relación de aspecto 1.78:1, y eso obligaría a mostrar unas bandas negras a izquierda y derecha de la pantalla para respetar la relación de aspecto de 4K.
Por otro lado, DCI 4K hace uso de compresión de vídeo JPEG2000, con una tasa de bits de hasta 250 Mbps, vídeo de 12 bits 4:4:4 y un gamut de color muy amplio. Aunque la futura especificación HDMI 2.0 permita dar soporte a los hipotéticos y futuros Blu-ray UHD, lo hará condicionando a esas prestaciones.
Según los expertos, se mantendrá el vídeo de 10-bits 4:2:2 para contenidos en ultra alta definición en películas a 24 fotogramas por segundo además de casi doblar el rendimiento posible hasta ahora en las conexiones HDMI (18 Gbps totales frente a los 10,2 Gbps actuales), que aun así no será suficiente para reproducir con soltura DCI 4K.
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