La mortalidad infantil es una de las grandes lacras de la humanidad. Los datos son horripilantes: cada día mueren 19.000 niños en el mundo por causas que se pueden evitar, según informa Unicef. Para conciencar sobre este problema mucho más que gravísimo, Amsterdam fue el ecenario de una campaña de DOOH titulada 'We believe in zero'. Mediante un panel digital de grandes dimensiones, ubicada alrededor de un pabellón multiusos de la ciudad holandesa, proyectaron miles de ojos de niños. Cada 4,5 segundos unos ojos se cerraban, dando a entender que en ese momento un niño moría en el mundo por causas evitables. Y así durante todo el día hasta llegar a los 19.000 ojos cerrados. No hay palabras para hablar de una tragedia de estas características, aunque en manos de todos está acabar con ella.
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