Hay que reconocer el buen trabajo allí donde esté hecho. Hemos encontrado una instalación de video-wall que queremos compartir con vosotros, y que corresponde a la fotografía superior. Y aquí están los motivos del porqué: generalmente, la mayoría de los video walls que hay instalados usan pantallas del mismo tamaño. Así, por ejemplo, 3x3 pantallas de 55 pulgadas, o 5x4 de 46 pulgadas.
Pero en el caso de la instalación que os reproducimos, han preferido usar pantallas en forma de 4x5 de diferentes tamaños. La primera y la cuarta columna de pantallas son más grandes que las interiores segunda y tercera.
Desde el punto de vista técnico, el reto de cualquier instalación de video wall es alinear las pantallas perfectamente, tanto horizontalmente como verticalmente. Pero el reto es aún mayor cuando las pantallas son de diferente tamaño. Para aquéllos que han instalado video walls esto les resultará muy familiar.
Y qué decir tiene cuando hablamos de diseñar un contenido de video que se logre ajustar al área del conjunto de las pantallas. En este caso ya no recurrimos al tradicional ratio de 16:9, sino más bien a uno de 1:1. Lo que significa que la pieza mostrada en pantalla acabaría recortada si no se acaba codificando en el ratio correcto.
Mayor mérito aún para esta instalación que nos ha parecido tan lograda como efectiva: ya sea por lograr mantener el mayor tamaño posible en una ubicación concreta con unas medidas limitadas, como por la manera de sortear las dificultades posteriores.
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